viernes, 20 de junio de 2014

La proclamación de Felipe VI


Felipe VI ha sido proclamado Rey de España en el Congreso de los Diputados, en Madrid, en un acto sobrio y austero en el que ha jurado la Constitución y ha pronunciado su primer discurso como monarca. Los actos solemnes de la jornada han comenzado cuando Don Juan Carlos colocó el fajín de capitán general de las Fuerzas Armadas a su hijo, en un breve acto celebrado en el Palacio de la Zarzuela ante la Reina Letizia, el ministro de Defensa y la cúpula militar al completo. Después, Felipe VI se ha dirigido al Congreso de los Diputados, donde ha sido proclamado Rey, para después hacer un recorrido en coche por las principales arterias de la capital hasta el Palacio Real.


Se ha decidido seguir un protocolo similar al que se desplegó el 22 de noviembre de 1975 en la jura del rey Juan Carlos. Tras la sanción y promulgación de la Ley Orgánica de Abdicación de la Corona de España por parte de Su Majestad el Rey Juan Carlos I, que se celebró el miércoles, 18 de junio, en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, al día siguiente tuvieron lugar los grandes actos de la proclamación del nuevo rey Felipe VI, que comenzó a las 9:30 horas cuando don Juan Carlos impuso al nuevo soberano el Fajín de Capitán General. 


Después, los Reyes don Felipe y doña Letizia, y sus hijas, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía, abandonaron la Zarzuela y se dirigieron hacia el Congreso, donde les recibió un batallón de honores compuesto por escuadra de gastadores, bandera, banda y música y cuatro compañías de los tres ejércitos y de la Guardia Civil, le rendieron honores (himno nacional) y el Rey pasó revista. En un acto solemne equivalente al de la Coronación, don Felipe, con la mano derecha sobre la Carta Magna, prestó juramento.

Se colocaron en el estrado dos sillones para los Reyes y dos sillas para la nueva Princesa de Asturias y la infanta Sofía;la reina Sofía,la infanta Elena y las infantas Pilar y Margarita, así como familiares de doña Letizia, ocuparon la tribuna de invitados y, al otro lado del escenario, sobre el túmulo, estuvieron presentes los atributos seculares de la realeza: la corona y el cetro, que simbolizan la Monarquía española y que han estado presentes en las sesiones de juramento y proclamación de los soberanos desde Isabel II hasta Juan Carlos I.

Tras la jura, el nuevo monarca pronunció su primer discurso como Rey, el más importante de toda su vida, que ha estado preparando con esmero en las vísperas de su proclamación y en el que dio a conocer el soberano las principales líneas de su reinado.



Finalizado el acto,los nuevos Reyes, acompañados de sus hijas, presidieron un desfile militar desde la escalera de la Puerta de los Leones y después se dirigieron en coche hasta el Palacio Real, donde saludaron desde el balcón principal y junto a los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía.Los seis se mostraron muy cariñosos y repartieron besos. Estos momentos emotivos y muchos saludos marcaron esta aparición que emocionó al Rey Felipe, tanto que incluso se llevó la mano al pecho para agradecer a los ciudadanos su cariño.Este día histórico finalizó con una recepción a una representación de la sociedad civil española en el Palacio Real.

En un día histórico como el de ayer, no podemos olvidarnos de la Reina Letizia ya que su atuendo era una de las grandes incógnitas que presidía el acto. Ha vuelto a confiar en Felipe Varela y llevaba un abrigo y vestido en blanco roto decorado con aplicaciones de cristales rubí, ámbar y rosa talco con microperlas en crema en la parte del cuello con corte a la altura de la rodilla conjuntado con un clutch en tono arena y del mismo diseñador. Ha completado este luminoso y elegante look con unos salones de Magrit en tono maquillaje, un color muy habitual en el armario de Doña Letizia.

Como complementos, la nueva Reina de España ha sido fiel al estilo austero y sobrio del que se venía hablando las semanas antes del acto: la única joya que ha adornado el estilismo de la Reina ha sido un lazo perteneciente a la orden de Carlos III que llevaba junto al pecho. Como siempre, una acertadísima decisión por parte de Doña Letizia. 

Y si la Reina Letizia ha vestido de blanco roto, sus hijas la Princesa Leonor y la Infanta Sofía también han llevado vestidos en tonos claros.


Entre los invitados a los actos de ayer se encontraban, entre otros, los expresidentes del Gobierno Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero; varios presidentes autonómicos como Susana Díaz, Artur Mas, Iñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijoo; el Gobierno actual en pleno; diputados y senadores de todos los grupos políticos así como miembros de partidos, aunque no todos han asistido; y, en la recepción final, también personas del mundo político, económico, cultural, deportivo y social.


La sobriedad y la emotividad caracterizaron la jornada histórica en la que los mayores aplausos institucionales se los han llevado los reyes salientes, Juan Carlos y Sofía, ya honoríficos, y las lágrimas han corrido a cargo de la infanta Elena de Borbón; su hermana Cristina ha sido la gran ausente, el rey Juan Carlos ya anunció que no estaría en la proclamación. El primer discurso de Felipe VI como nuevo rey estuvo lleno de guiños y mensajes, sobre todo de referencias al futuro, de ahí lo de "una Monarquía renovada para un tiempo nuevo".

jueves, 19 de junio de 2014

Eliminados a las primeras de cambio. ¿Fin de ciclo?

El ciclo más glorioso de la historia del fútbol español murió ayer en Maracaná. Allí soñaba con jugar la final y allí le volvieron a dar una patada para que saliese por la puerta de atrás del Mundial. España no merecía un final así, pero así es el fútbol. 


A las primeras de cambio España se despide del Mundial de Brasil merecidamente y se marcha a casa dejando atrás una muy pobre imagen. Al baile magistral de Holanda en el debut, se unió ayer la exhibición física de la Chile del azulgrana Alexis Sánchez, que aprovechó las reconocibles debilidades de una selección que ya no da para más. El conjunto de Sampaoli dio una lección de esfuerzo colectivo desde el primer minuto de partido y acabó pasando por encima del combinado español.

A pesar de que las dos primeras oportunidades del partido llegaron para la selección española, de parte de Xabi Alonso y Diego Costa, el ritmo y la tensión del encuentro las puso en todo momento la selección chilena. Una pérdida de balón de Alonso propició la contra chilena que culminó el jugador ché Vargas, con el 0-1 ante una impotente y descolocada defensa española y al mejor portero del mundo.

A partir de ahí, la selección se descompuso, fue incapaz de reaccionar y sólo Iniesta intentaba hacer algo con criterio para buscar el empate que no llegaba, a pesar de que Diego Costa lo tuvo, pero su disparo se estrelló en el lateral de la red. Pero cuando apenas restaban dos minutos para llegar al descanso, Chile golpeó de nuevo. Y con más fuerza. Tras un excelente disparo a balón parado de AlexisCasillas cometió su segundo error de la noche. Despejó de puños al centro y el balón le cayó a los pies en forma de regalo a Aránguiz que armó, rápidamente, la pierna y mandó el balón dentro de la portería.



España se iba dando las mismas malas sensaciones que ante Holanda y Del Bosque decidió dar entrada a Koke en la reanudación por Xabi Alonso. España buscaba el milagro y tuvo más el balón, mientras Chile esperaba atrás buscando el tercer gol al contraataque. Busquets la tuvo, pero su remate a poco de comenzar la segunda parte se marchó fuera.

La segunda mitad fue un querer y no poder de la selección española que sí, quemó sus artillerías atacando la meta de un estupendo Bravo que lo paró todo, pero poco más. Ni fútbol, ni toque, ni furia para reconducir un partido, un Mundial del que España se despidió en Maracaná, un gran escenario para vivir el adiós de un campeón, de una generación irrepetible que vivirá su despedida en Curitiba ante Australia. Un triste e inmerecido fin para la mejor selección española de la historia.


El pitido final lo dijo todo. Fue una sentencia definitiva. La mejor selección de la historia cerró el peor Mundial. Fue precioso mientras duró, pero todo se acaba. Y esto, señoras y señores, se ha acabado. La versión moderna del 'Maracanazo' confirmó lo que se veía venir desde el día de Holanda. Sin opciones ya en la tercera jornada, España hace las maletas y se vuelve a casa. Eso sí, antes deberán jugar el partido ante Australia para no ser últimos de grupo. 


Un ciclo que se acaba y muchas sombras sobre una selección que toca fondo. Dejó años maravillosos de fútbol -dos Eurocopas y un Mundial- y merecen todo el reconomiento por ello, pero, ahora, este grupo necesita un obligado lavado de cara para volver a formar parte, al menos, de la élite mundial. 


sábado, 14 de junio de 2014

Holanda se saca la espina contra España

Ayer era el debut de España en el mundial de Brasil. Ayer empezaba el camino hacia a segunda estrella. Había que demostrar que eramos los actuales campeones del mundo. Pero no se empezó con buen pie. Holanda se sacó esa espina clavada que se le quedó marcada en la final del mundial de Sudáfrica.


La Roja fue fiel a su estilo y salió con lo que le ha llevado a lo más alto del fútbol Mundial. Busquets, Xavi, Alonso e Iniesta iniciaron la defensa de la estrella ante una Holanda que apareció con la boca pequeña pero que trató de tú a tú a la Selección desde el inicio y terminó dándole un revolcón.

No se recuerda un batacazo igual en la España reciente, ni tan siquiera aquel traspié ante Suiza de hace cuatro veranos. Sin chispa y sin recursos, Holanda tuvo más hambre, más fuerza. En cualquier caso, nadie hubiera imaginado tal desastre a los 42 minutos de partido, cuando Silva falló solo un mano a mano con remate picado.

Holanda tenía muy claro lo que debía hacer. La primera gran ocasión recordó a la Robben con Casillas de hace cuatro años. En esta ocasión, Sneijder fue el que encaró a Casillas pero el resultado fue el mismo. El portero aguantó en el mano a mano y despejó con los puños el primer aviso de Holanda.

Tras el toque de atención España reaccionó, cogió el balón y se lo quedó. La Selección se hizo con el mando del partido. Diego Costa tuvo la primera con un balón en el área pero no le salió el recorte.
Eso fue a la primera porque a la segunda, el delantero la lió en el área. Costa cogió el balón, se lo pegó a la bota y engañó al defensa de Holanda para que metiera la pierna y cometiera penalti. Costa, que había tenido que aguantar pitos de la grada desde el comienzo del encuentro, mandó callar a la grada.

Xabi Alonso fue el encargado de lanzarlo, a la derecha de Cillesen, raso y fuerte.Con el viento a favor, España desperdició la oportunidad de sentenciar en el minuto 42 tras un pase excelso de Iniesta a Silva. El canario lo desaprovechó con un intento de vaselina que acertó a sacar Cillesen. 

Un minuto después, un pase  de Blind desde la izquierda descubrió el agujero en la espalda de los centrales españoles. Van Persie burló la vigilancia de Ramos, con Piqué rompiendo el fuera de juego, y se lanzó con fe a buscarla para conectar un poderoso cabezazo en carrera que dejó petrificado a Casillas, clavado en mitad del área. Empate y al descanso. Empezaba a caer un chaparrón en Salvador de Bahía.





La segunda parte fue para olvidar. Holanda fue el dominante del encuentro. En el 53, otro balón voló desde la izquierda para aterrizar entre los centrales de España. La cazó Robben, que esquivó con suma facilidad a Piqué y disparó antes de que Ramos llegase a taponar. Esta vez, Casillas no pudo hacer milagros. Cuatro años después se repetía la misma situación para España, que estaba por debajo en el marcador en el primer partido. Pudo ser todavía peor si Van Persie llega a meter la volea que estrelló en el larguero en el 60' después de que Iker la rozase con los dedos.

Quedaba media hora por delante y había que cambiar necesariamente de registro. Empezaron a llegar los cambios, Torres y Pedro dentro, Diego Costa y Xabi Alonso fuera. Pero no era ese el problema. España hacía aguas atrás en cada ataque holandés. En el 65, una falta lateral de Sneijder desde la izquierda, llegó el tercero. Casillas salió en falso, Van Persie le obstaculizó con el codo y De Vrij marcó en el segundo palo como pudo.

España se picó en su orgullo, fruto del resultado y de la desesperación. Amarilla a Casillas por protestar, amarilla a Van Persie por una falta a Pedro y un gol anulado a Silva cuando la Roja intentaba engancharse al partido para salvar, al menos, el empate o el gol average. Pero no era el día de España ni de Casillas, que regaló un gol tras un mal control en una cesión de Ramos. Van Persie aceptó el regalo y el cuarto subió al marcador en el 72.

Van Gaal sonreía en la banda, los holandeses hacían la ola en las gradas y a España se le ensuciaba la estrella. Pero aún falta lo peor. Quedaba todavía el quinto, obra de Robben en el 80. Se fue en velocidad de Ramos, regateó a Casillas y marcó rabioso. Lo celebró delante de la cámara, burlón y vengativo. Y pudieron ser algunos más.

Piqué y Sergio Ramos estuvieron muy mal y a ellos se sumó un Casillas que empezó como salvador y acabó fallando en cuatro de los cinco goles holandeses. La defensa y el portero, la base sobre la que España había sustentado sus éxitos vivió una de sus peores noches.


Mazazo brutal para España, complicado de superar. Las sensaciones son las peores y el pesimismo ha resucitado, pero quedan dos partidos para intentarlo. No hay que olvidarse nunca que esta misma selección que perdió ayer por goleada, ha ganado dos eurocopas y un campeonato del mundo en estos últimos tiempos. Fue una noche muy dura, un partido para olvidar. Pero todos cometemos errores, y ellos son personas como nosotros y tienen derecho a fallar. De todo se aprende, y en este caso hay que aprender de los fallos cometidos en este partido y luchar cada partido como si fuera una final. "Caerse está permitido;levantarse es obligatorio." Hay que levantarse de este duro golpe, y volver a confiar en esta selección que tanto nos ha hecho soñar.  ¡Vamos España!