jueves, 19 de junio de 2014

Eliminados a las primeras de cambio. ¿Fin de ciclo?

El ciclo más glorioso de la historia del fútbol español murió ayer en Maracaná. Allí soñaba con jugar la final y allí le volvieron a dar una patada para que saliese por la puerta de atrás del Mundial. España no merecía un final así, pero así es el fútbol. 


A las primeras de cambio España se despide del Mundial de Brasil merecidamente y se marcha a casa dejando atrás una muy pobre imagen. Al baile magistral de Holanda en el debut, se unió ayer la exhibición física de la Chile del azulgrana Alexis Sánchez, que aprovechó las reconocibles debilidades de una selección que ya no da para más. El conjunto de Sampaoli dio una lección de esfuerzo colectivo desde el primer minuto de partido y acabó pasando por encima del combinado español.

A pesar de que las dos primeras oportunidades del partido llegaron para la selección española, de parte de Xabi Alonso y Diego Costa, el ritmo y la tensión del encuentro las puso en todo momento la selección chilena. Una pérdida de balón de Alonso propició la contra chilena que culminó el jugador ché Vargas, con el 0-1 ante una impotente y descolocada defensa española y al mejor portero del mundo.

A partir de ahí, la selección se descompuso, fue incapaz de reaccionar y sólo Iniesta intentaba hacer algo con criterio para buscar el empate que no llegaba, a pesar de que Diego Costa lo tuvo, pero su disparo se estrelló en el lateral de la red. Pero cuando apenas restaban dos minutos para llegar al descanso, Chile golpeó de nuevo. Y con más fuerza. Tras un excelente disparo a balón parado de AlexisCasillas cometió su segundo error de la noche. Despejó de puños al centro y el balón le cayó a los pies en forma de regalo a Aránguiz que armó, rápidamente, la pierna y mandó el balón dentro de la portería.



España se iba dando las mismas malas sensaciones que ante Holanda y Del Bosque decidió dar entrada a Koke en la reanudación por Xabi Alonso. España buscaba el milagro y tuvo más el balón, mientras Chile esperaba atrás buscando el tercer gol al contraataque. Busquets la tuvo, pero su remate a poco de comenzar la segunda parte se marchó fuera.

La segunda mitad fue un querer y no poder de la selección española que sí, quemó sus artillerías atacando la meta de un estupendo Bravo que lo paró todo, pero poco más. Ni fútbol, ni toque, ni furia para reconducir un partido, un Mundial del que España se despidió en Maracaná, un gran escenario para vivir el adiós de un campeón, de una generación irrepetible que vivirá su despedida en Curitiba ante Australia. Un triste e inmerecido fin para la mejor selección española de la historia.


El pitido final lo dijo todo. Fue una sentencia definitiva. La mejor selección de la historia cerró el peor Mundial. Fue precioso mientras duró, pero todo se acaba. Y esto, señoras y señores, se ha acabado. La versión moderna del 'Maracanazo' confirmó lo que se veía venir desde el día de Holanda. Sin opciones ya en la tercera jornada, España hace las maletas y se vuelve a casa. Eso sí, antes deberán jugar el partido ante Australia para no ser últimos de grupo. 


Un ciclo que se acaba y muchas sombras sobre una selección que toca fondo. Dejó años maravillosos de fútbol -dos Eurocopas y un Mundial- y merecen todo el reconomiento por ello, pero, ahora, este grupo necesita un obligado lavado de cara para volver a formar parte, al menos, de la élite mundial. 


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