jueves, 4 de julio de 2013

El aborto no es asunto de vida privada porque conlleva intereses y derechos de otros.

 ¿Qué es el aborto? Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua es la interrupción de forma natural o provocada del desarrollo del feto durante el embarazo. Pero, ¿sabemos realmente que es lo que estamos haciendo cuando abortamos de manera provocada? ¿Nos hemos parado a pensar alguna vez qué es lo que estamos haciendo? Estas preguntas la mayoría dela gente las contesta muy fácilmente-abortamos porque tenemos a mujer tiene derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo. En las primeras semanas, se trata sólo de un puñado de células. Puedo hacer con mi cuerpo lo que quiera.  Porque todo niño debe ser deseado, y si en ese momento no lo quiero tener no lo tengo.

Todos comenzamos a ser personas desde el instante de la concepción. Desde que es sólo una célula, su propio ADN dirige todo el programa de su desarrollo y crecimiento, hasta el nacimiento y más allá. Las dudas, a este respecto, del pasado han sido despejadas por la ciencia. A las dos semanas de la concepción, está completamente implantado en el útero. Una semana más tarde, ya se le están formando el cerebro, la médula espinal y los ojos; y unos días después le latirá el corazón. Sí, se alimenta de la madre, pero también lo hace un bebé recién nacido.

Cuando el sentido común y la ciencia moderna reconocen que en un embarazo hay dos vidas y dos cuerpos. Mujer, según definición de diccionario, es un "ser humano femenino". Dado que el sexo se determina cromosómicamente en la concepción, y más o menos la mitad de los que son abortados son "seres humanos femeninos".


 El "deseo" o "no deseo" no afecta en nada la dignidad y el valor intrínseco de una persona. El niño no es una "cosa" sobre cuyo valor puede decidir otro de acuerdo a su estado de ánimo. Por otra parte, el que una mujer no esté contenta con su embarazo durante los primeros meses no indica que esta misma mujer no vaya a amar a su bebé una vez nacido.


Se ha podido comprobar que en los países donde el aborto está legalizado, se incrementa la violencia de los padres sobre los niños, especialmente la de la madre sobre sus hijos aun cuando sean planificados y esperados. La respuesta a esto es que cuando la mujer violenta su naturaleza y aborta, aumenta su potencialidad de violencia y contagia ésta a la sociedad, la cual se va haciendo insensible al amor, al dolor y a la ternura.


Cuando la gente me pregunta si estoy a favor o en contra del aborto, y les contesto que en contra siempre me preguntan: entonces piensas que ¿si a una persona la violan y se queda embarazada tiene que tener ese niño?- y yo me pregunto, ¿por qué siempre nos pasamos al caso extremo?

En primer lugar los embarazos que siguen a una violación son extremadamente raros. Pero si ocurriera, ese niño inocente, que también es de la madre, no debe pagar un crimen tan execrable con su vida. Si la madre no se ve capaz de criarlo, puede darlo en adopción, y así romperá el ciclo de violencia. La violación es uno de los argumentos más manipulados a favor del aborto. El aborto no va a quitar ningún dolor físico o psicológico producido en una violación. Al contrario, le va a agregar las complicaciones físicas y psíquicas que ya el aborto tiene de por sí. 

Por otro lado, el fruto de este acto violento es un niño inocente, que no carga con la brutal decisión de su padre genético. Por otro lado, los legisladores más expertos señalan que legalizar el aborto "sentimental" es abrirle la puerta a serias complicaciones jurídicas: prácticamente cualquier unión, incluso consensual, podría ser presentada como contraria a la voluntad de la mujer y, por tanto, una violación. Finalmente, el argumento más importante, es que el aborto por violación no es siquiera aceptado por sus verdaderas víctimas, las mujeres violadas.

Otros de los casos en que la gente prefiere abortar es si el niño va a salir con alguna deficiencia. 
Ninguna sociedad ha tenido tantos medios (técnicos y sociales) como la nuestra para curar o mejorar la calidad de vida de muchos enfermos. ¿Quién y dónde traza la línea de lo que es una vida con calidad? Que cada vez haya más abortos por malformaciones menores y perfectamente solucionables como el labio leporino es una consecuencia lógica de hacer depender la dignidad de la calidad. Se habla de calidad en vez de felicidad, que todos pueden alcanzar si alguien (hay mucha gente dispuesta) los acoge y les da cariño. Incluso en el caso de que un niño vaya a morir poco después de nacer, ¿no vale la pena compartir con él el mayor tiempo posible?

El aborto no es solamente una cuestión de religión sino una cuestión moral, y ante la norma moral que prohíbe la eliminación directa de un ser humano inocente no hay privilegios ni excepciones para nadie.

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